María José Moreno, economista especializada en las tecnologías de la información. Actriz aragonesa de larga trayectoria en la interpretación y la dirección escénica. Miembro fundador del Teatro de Cámara y del Teatro Estable de Zaragoza.
Ha trabajado en más de cuarenta montajes, con Cariñena, Hormigón, María Ruiz, Fernán Gómez, Álvarez-Ossorio y Meléndez entre otros.
Formó parte del equipo de dirección de José Luis Gómez en el CDN y en el Teatro Español.
Ha participado en más de treinta cortometrajes, recibiendo numerosos premios, y siete largometrajes dirigida por, Antonio Isasi-Isasmendi, Félix Rotaeta, José M. Forqué, M.A. Lamata, Paula Ortiz y Javier Macipe. Ha concursado en los Festivales de San Sebastián y Venecia.
En 2014, fue nombrada Ciudadana Ejemplar por el Ayuntamiento de Zaragoza.
En 2017, la Academia del Cine Aragonés le concedió el premio Simón de Honor, y ese mismo año, la Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Aragón, ARES, el Premio Honorífico de Artes Escénicas.
¿Cómo surge tu pasión por las artes escénicas?
De mis juegos infantiles.
¿Cómo surge la idea de presentar una candidatura a las elecciones a la Academia de Cine Aragonés?
En principio la idea no fue mía y la verdad es que me costó bastante decidirme. Cuando me lo propusieron estaban las elecciones muy cerca y no me encontraba con fuerzas suficientes para emprender semejante cambio en mi vida, pero, como siempre ocurre, algo pasó que me hizo pensar que podría ser útil formando parte de esa candidatura.
¿Qué puntos destacarías de vuestro programa para los cuatro próximos años como presidenta de la ACA?
Hubo dos ideas que me entusiasmaron, porque creía imprescindible llevarlas a cabo, ese fue mi compromiso si la candidatura salía adelante. La primera, intentar que la ACA fuese la casa común de aquellos profesionales que hacían cine y de los que su profesión, aunque no fuese exactamente esa, estaba directamente relacionada con esta industria. La segunda, intentar, junto a todas las asociaciones e instituciones relacionadas con el audiovisual aragonés, promover una ley del cine y del audiovisual, que fuese el marco normativo en el que se asentase la industria audiovisual aragonesa.
Además de los trabajos directamente relacionados con la Academia como asociación, entre los que se encuentran convertirla en interlocutora necesaria ante las administraciones públicas en la discusión de cualquier iniciativa que afecte al sector, lograr el apoyo estable de las instituciones públicas para el sostenimiento de la Academia y la realización de sus actividades, y mantener una estrecha relación con las Academias de Cine de otras comunidades autónomas.
Sobre todo, tiene un compromiso directo con sus socios: la creación de comisiones de especialidades que hagan llegar a la Junta Directiva las inquietudes de los diferentes colectivos y oficios del cine y el audiovisual; ayudar a los miembros de la Academia a mejorar su preparación, mediante la organización de actividades formativas de calidad, como debates, MasterClass, entre otras, que puedan tener altas tasas de participación; favorecer la difusión de los trabajos de sus miembros, mediante la organización de proyecciones públicas de sus trabajos, sin olvidarnos de fomentar la convivencia, promover el networking y los encuentros que pongan en contacto a los profesionales que empiezan con los más experimentados. Este es, en grandes rasgos, el programa para estos cuatro años.
¿Cómo crees que podrían colaborar las Academias de Cine con las Facultades de Educación?